Quince primaveras!!!

Los asomos primaverales traen casi siempre reminiscencias aterciopeladas y sabores y colores y alergias también. A mi me traen recuerdos gratos, de esos inolvidables, perfumados.
Por estos días, pero unos años atrás, me impacientaba por ver concretado un sueño. Uno largamente acariciado y soñado. Mi hijo se empinaba en los siete años y juntos conversábamos acerca de lo trascendente que iba a ser la llegada de su hermanita.
El bolso acomodado con anticipación, y el vestidito rosado en primer lugar siempre. A dos días de la fecha anunciada comenzaron las contracciones que advertían de su eminente llegada. No fue para nada fácil ni agradable lo que sobrevino después. Por una lamentable negligencia médica sólo pude conocer a mi hija a los tres días de nacida.
No existen palabras para describir lo que sentí al verla. Estaba allí, tan bella, pequeñita, frágil, indefensa, observando todo con sus enormes ojos almendrados. Fue una emoción mística que hasta el día de hoy me enlaza a ella.
Las primaveras venideras no estuvieron libres de reveses, pero las adversidades fueron esquivadas una a una con su pujanza y deseos por vivir.
Desde pequeña sintió un marcado interés por los deportes, convirtiéndose en una promisoria practicante de artes marciales, actividad que ocupa un espacio significativo en su vida.
De apariencia tierna y quebradiza ella goza de un corazón noble, generoso y puro. Su mirada y sonrisa poseen una magia que atrae como un imán a quienes se le acercan.
Cada día se perfila más bella, se esfuerza por aprender y corregir lo que considera negativo en su vida.
Ese coraje que mostró al nacer la sigue acompañando y sé que llegará el día en que se convierta en una maravillosa mujer capaz de cumplir todos sus sueños.

Querida hijita: No importa que estación sea, cada instante, cada día estará lleno de luz y flores a tu paso y cuando por alguna razón eso no suceda, abrirás tu corazón y harás de cada día, de cada instante un bello día primaveral.
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"... Si ella me falta alguna vez,
Si ella me dejara de querer,
Si ella se olvidara de cantar,
Si ella no inundara esta ciudad,
Yo escribiría esta canción." (Si ella me faltara alguna vez. Pablo Milanés)